GASOLINA.



Hay una chispa encendida que no se apagará. Juan grita encerrado en le silencio del abandono, en la oscuridad de la agonía; con el dolor de esperar una muerte que no llega. Melisa ríe a carcajadas, porta uniforme de policía, acaricia su arma de dotación con la sensibilidad y el amor sentido por Juan. Juan no recuerda los besos, las caricias; solo recuerda las palabras de Meliza. Muérete infeliz. El infierno es un lugar no existente al estar muertos. Suena una canción de los Ban Ban. Juan besa a Diomar. Diomar toca a Juan y se deja tocar. El calor de un cuerpo amado no es siempre el calor de un cuerpo extasiado. Juan eyacula. Juan Grita. Juan va a morir. Baila Meliza con Jorge, con Andres, con Rocío y de nuevo con Jorge. Jorge eyacula. Huele a gasolina y la gasolina se deposita en una bolsa plástica transparente. El condón se rompe. Diomar grita. Meliza fuma tranquila, satisfecha, sabiendo que no morirá aunque la muerte este en el humo. Juan se quema. Juan grita. Melisa apaga el cigarrillo. Nace el hijo bastardo de Diomar.

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